No me pidas que deje de mirar,
cuando se despliega las golondrinas en el cielo,
cuando una mariposa ,se pose en una flor,
a la orilla del riachuelo.
No me pidas que deje de mirar,
cuando el se esconde cómplice en el horizonte
como una bola de fuego.
No me pidas que deje de escuchar,
como cantan las aves ,
al amanecer de un día nuevo.
No me pidas que deje de sentir,
el agua cuando moja mi cara,
bendita lluvia cuando Dios nos la regala,
No me pidas que deje de acariciar ,
una paloma blanca ,
porque ella me trae la paz,
del universo donde quiero vivir.
por MARIA EVA FLORES
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