martes, 12 de febrero de 2013

Me dicen el entenau

A mi no me molestaba
el apodo que tenia,
quede solo desde chico
y por cosas de la vida,
tuve padres adoptivos.

Cariño , no me falto
tampoco comida o abrigo.
A hacer un hombre de bien,
también lo e aprendido.

Pasaron algunos años
cuando mi padre partió,
mi madre se me apago,
no pudo aguantar su ausencia.
Se canso su corazón,
que se inundo de tristeza.

Por eso me tome un tiempo,
para volver los recuerdos.

El lomo tenia espuma ,
de sudar nomas que estaba,
sólito arrimo al palenque ,
para que lo desensillara.

Si yo también colge el rebenque,
bajo la bomba refresque mi cara,
junte mis manos como alforjas,
bebí con ansias la bendita agua.

Después de un rato
me metí adentro,
parecía que el cuerpo se negaba
Patee unos trapos que tirado estaban.

Con el rayo de luz de la ventana
veo el espejo con el peine
donde se peinaba mi madre,
su larga trenza de color plateada.

Detrás de la puerta ,como recién dejadas,
las alpargatas que tenia mi padre,
cuando de pronto levante la almohada
encontré el rosario ,
al que tantas veces le rezo mi madre.

Lo tome despacio , como si se me desarmara,
lo colge en mi pecho,
como si a ella llevara.
Como me di cuenta que allí
ya no quedaba nada,
pegue un portazo,seque mis lagrimas,
corte una rosa que en el jardín estaba.
Me fui despacio ,como dejando el alma.


MARÍA EVA FLORES
AÑO2013